Glutton’s es un festín en toda regla: hamburguesas grandes, cargadas y con ese espíritu bien yankee que te deja con las manos manchadas de queso y salsa (como debe ser). Los medallones son jugosos, de buen grosor, con dorado a la plancha que sella el sabor; el pan es brioche esponjoso pero firme, ideal para bancar semejante combo.
Las combinaciones van desde lo clásico (cheddar y panceta bien crocante) hasta versiones XL con doble carne, triple queso y toppings. Todo acompañado por papas generosas, crocantes y con posibilidad de pedirlas también bien cargadas.
El lugar mantiene una estética descontracturada, pensado para sentarse, pedir sin culpa y disfrutar de una burger power de verdad. En un barrio con mucha competencia, Glutton’s se la juega con abundancia y sabor: es para los que creen que una hamburguesa nunca es demasiado.