Felix es de esos spots que parecen chicos, pero esconden tremendo poderío entre panes. La propuesta es directa: hamburguesas jugosas, con buen punto de cocción y ese equilibrio que muchos buscan entre contundencia y frescura. El pan es suave, aguanta todo sin desarmarse, y la carne sale siempre bien marcada, con ese gustito a plancha que enamora. Los toppings no son exceso sino precisión: quesos que funden como corresponde, vegetales frescos y salsas caseras que levantan cada bocado.
El lugar tiene vibra de barrio con onda, perfecto para ir a lo seguro pero con la sensación de estar descubriendo algo distinto. Felix es garantía de que, en Devoto, la hamburguesa también se juega en primera.