En una calle tranquila de Lanús Oeste se esconde una joyita que no tiene nada que envidiarle a Palermo: Culta Burger. Acá las hamburguesas no se hacen a las apuradas, se hacen con devoción: blend casero de tres cortes, pan suave que sostiene sin invadir, y toppings que no están porque sí. Cada burger tiene su lógica. Su cultura.
Las papas sazonadas son una locura y la cebolla crispy merecería un monumento. Todo llega caliente, bien presentado y con atención que no te trata como “uno más”. Hay birra tirada, cócteles suaves y mesas en vereda para los que quieren sumar aire fresco al bocado..